El tiempo es elástico. Se escurre y se estira. El verano se cuela por debajo de la puerta hasta la noche, dilatando las horas de sol hasta extenuar la pupilas y vencer al sueño. Todo es intenso, todo sublima. Todo se expande, todo resucita para quedar agotado al instante buscando aire fresco y encontrando aliento cálido. El viento se empapa de sal y agita las ramas de los pinos para esparcir su aroma. Le invade el olor a mar que se mete por sus orificios y surca su rostro. Se siente ingrávida y al mismo tiempo corpórea. Camina por las dudas hasta llegar a una esquina y doblarla con temor, por si se encuentra a ella misma, con cara de risa y ganas de fiesta. Por si cede al calor y al misterio, por si acaba bailando toda la noche sin parar y sube al tren en la estación equivocada. Por si acaba cometiendo errores imperdonables y purgando penas aún no conclusas.

El fruto está maduro, tiene la sazón templada y necesaria para caer y sucumbir a su destino. Todo llega a su punto álgido, todo se dilata, todo explota, todo se agita. La luz agoniza dando al horizonte un color malva y dibujando relieves oscuros y sombras recortadas. En un momento así, piensa, cualquiera se equivoca y dice sí cuando debería decir no o no dice nada pero acaba cerrando los ojos y soltando la razón para que ruede por el suelo. Y se pierde por el camino…

Aún queda un hilo de luz que le permite distinguir entre el eco y la voz, entre el deseo y la realidad…

A pesar de todo, sabe que se dejará llevar y bailará toda la noche hasta que salga el sol y sus primeros rayos agrestes y tibios le acaricien la cara. Ella estará dormida, exhausta, envuelta en jirones de piel, al otro lado del mapa… Donde no conoce ni la lengua, ni el rezo y donde no recordará como llegó pero sabrá por qué. Abrirá los ojos hasta llenar la habitación de verde con su mirada dormida. Notará el sabor de la noche en sus labios y las horas de baile en los pies. Será verano.

A Ana I Agudo @Superana27 por sus palabras