Porque a veces necesito decirlo también en voz alta.

Porque el camino es más hermoso e intenso si lo compartimos y la noche no tan oscura si me abrazas.

Por si se te escapa un instante de felicidad y se me enreda en el pelo…

Para cuando te mientan los ojos y creas que estás solo.

Para cuando creas que tienes muchos amigos y descubras que en realidad son pocos y alguno te dé la espalda.

Por si te caes y el viento te envuelve entre las hojas y te arrastra a un abismo.

Por si crees que eres el rey del mundo y tu ego te catapulta a un infierno solitario.

Por si crees que no eres nadie y necesitas que te recuerde que para mí lo eres todo.

Para que se te acostumbre el oído a la música de mis palabras.

Para que a pesar de la costumbre, sepas echarme de menos y te des cuenta de que necesitas que sujete tu sombra cansada.

Por si no me oyes… Por si no me escuchas…

Porque estás revuelto y no recuerdas dónde empiezas ni dónde acabas. Porque te lanzas a veces sin paracaídas y siempre esperas que te haga de red. Por las veces que me miras de reojo cuando estoy sentada.

Para que no te creas que hay en el mundo nadie como tú…

Para que no te creas mejor ni peor que nadie…

Porque de noche seguro que dudas. Porque de día noto que me buscas cuando te busco.

Porque vienen curvas y necesitas que yo sea tu carretera.

Por si tienes vértigo y nadie te da la mano. Por si tiendes tu mano y no encuentras la mía.

Para cuando haga frío y el viento se meta en ese hueco entre tu cuello y tus orejas que a mí me gusta recorrer con las pupilas.

Para cuando te sientas hueco y notes el eco de tu pecho vacío y necesites llamarme con alguna excusa.

Para cuando descubras que no eres eterno y también te equivocas. Para que sepas que no me importa.

Por si me sueñas.

Por si me deseas.

Por si piensas que te sueño y te deseo.

Por si estás imaginando qué siento.

Por puro delirio. Por pura necesidad.

Porque a veces gana el niño que llevas dentro y te encierras en tus muros invisibles.

Porque cierras tus puertas y te conviertes en el ser más hermético del universo. Para poder entrar en tu cueva y encender la luz…

Por si llueve y no lo soportas. Por si bailas bajo la lluvia y necesitas pareja.

Por si no puedes salir de tu encierro y no tienes valor para pedir ayuda.

Para que sepas que adoro cada una de tus muecas.

Por si tienes miedo y te sientes diminuto.

Por si te conviertes en piedra y mis lágrimas te resbalan. Por si ya no me quedan lágrimas que derramar ante tus ojos hambrientos.

Porque el tiempo pasa veloz y la vida se nos agota. Porque todo caduca, excepto mis ganas.

Para que te conmuevas y te derritas.

Para que un día me sueñes y me persigas por las esquinas.

Porque me gusta repetirlo.

Porque necesito repetirlo mil veces. Porque cuando no lo digo, me salen escamas. Se me achica el corazón y el alma se me encoge.

Por el valor que le doy yo a las palabras…

Porque no hace falta buscar excusas… Te quiero.