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No se te ocurra ser normal… Aunque te desesperes. En los tiempos que corren, tienes que apostar por ti mismo y por cada una de tus rarezas y manías. Debes destacar por lo que sueñas y mostrarte como eres. De lo contrario, la masa podría engullirte si no enseñas tu talento ni haces nada para diferenciarte del resto. Si no tienes una meta que te haga zarandearte por dentro vas a quedar dormido para siempre…
Debes hacer justo todo lo contrario de lo que has hecho siempre, de lo que durante toda tu vida te han sugerido que hicieras… Pasar desapercibido para que no se rían de ti, ni te señalen con el dedo. No les has caso. Eso ya no tiene sentido, ni para ti ni para esta sociedad que consume cada día ideas nuevas y frescas. Asusta un poco, por si no gustas o por si no aciertas, pero aún aterra más no brillar nunca,  ser tragado por la mediocridad y arrastrarse en una vida plastificada donde tú no eres el protagonista. Y más que no brillar o no destacar, lo que realmente da miedo es no vivir como realmente eres, no ser tú.
La «normalidad» es ahora la mejor forma de quedarte al final de la fila y no llegar nunca. De quedarte sin premio y ver pasar los trenes sin subirte en ninguno. De quedarte con hambre de vida y ver que no le importa a nadie, tal vez ni siquiera a ti lo suficiente, porque si de verdad te importa, pides y arriesgas.
No puedes ir por el mundo sin saber quién eres ni pensar qué das a conocer. No puedes seguir sin encontrar la coherencia entre lo que eres y lo que dices que eres, sin que se note lo que te motiva y te hace grande… Eres grande, lo has sido siempre, incluso cuando te has escondido porque no te gustabas y has suplicado al cielo cambiar de cara o de cuerpo… Eras grande incluso cuando te sentías diminuto y algunos te decían que no eras nada… Eres grande porque te planteas como vivir tu vida sin sentirte atado… Porque tienes mucho por mostrar y a veces no sabes por donde empezar… Da igual cómo, empieza ahora, aunque sea a ciegas y sin atino. Empieza en este momento aunque sólo con pensarlo quieras salir corriendo… Empieza ahora y haz que este sea el último día de tu vida en el que te dejas llevar por el miedo.
Dentro de ti hay algo que el mundo necesita, aunque tal vez el mundo no lo sabe y tú desconoces que eso que haces y que te hace feliz sea útil para otros… Eso que tal vez hace años que te llena de emoción y no cuentas a nadie para que no crean que eres un tipo raro, un friki… No te preocupes, que el mundo crea que eres un  friki o un genio depende del día y de la forma en que proyectes tu imagen y tu marca, de la manera en que te comuniques. A menudo, los que te amargaban la vida en el instituto porque llevabas gorra, corrían a comprar CDs de tipos que llevaban la misma indumentaria que tú porque alguien les había dicho que aquello era «Cool». Si de verdad quieres alcanzar tus metas y  ser una de esas personas que dedica su vida a lo que le hace feliz, debes decirle al mundo por qué lo mereces y compartir tu sueño. Desplegar tus alas, sacar el león que llevas dentro. Atreverte a mostrar qué haces que te convierte en único y cómo eso va a mejorar la vida de los demás. Lo que buscas está ahí, dentro de ti, y llevas un siglo intentando encontrarlo en ojos ajenos, en vidas ajenas, en los sueños de otras personas y esperando descubrirlo desde su forma de ver la vida… Te has visto a ti mismo con sus ojos limitados y has dado por buena su versión. Ya no te sirve… Ahora, toca utilizar todo tu esplendor y compartirlo…
Ser normal es una verdadera locura.. Como vivir contenido, encerrarse en un envoltorio esperando a que alguien te tome por un regalo, te abra y te deje libre. Muchos han intentado ser normales durante años, yo lo hice. Quería estar tranquila y pasar desapercibida, esconderme para que nadie topara con mis ojos cansados… Aunque eso es vivir desde la barrera, ir a la playa y quedarse en la arena. Pedir el menú de la vida sin arriesgarse a buscar algo interesante en la carta. Durante un tiempo te permite sosiego, la verdad, pero si eres una de esas personas que se preguntan qué quieren hacer con el tiempo que van a estar vivos, este camino no te sirve. Es como tomar prestado el traje de otro y pretender que se te ajuste. Como vivir de recuerdos… Vivir a través de las canciones que suenan en la radio o llevar impermeable cuando la lluvia cesa.
Todos nos preguntamos lo que queremos hacer en la vida, en realidad, aunque no todos nos atrevemos a decirlo en voz alta o admitirlo. Y, sobre todo, dar el paso que marca la diferencia. El paso que no tiene retorno, porque una vez has activado ese mecanismo ya no hay vuelta atrás… Quemar las naves para no poder volver a casa si no es victorioso. Cortar la cuerda que te ata al pasado después de cruzar al otro lado. Tirar la llave después de pasar a través de la puerta de tu nueva vida… Hacer algo que no sea reversible, que no puedas deshacer ni enmendar cuando las miradas ajenas calen hondo y el pánico se te acurruque en el cuello.
Haz algo que no puedas deshacer. Toma un camino que tras tu paso se desvanezca.
No dejes migas de pan a tu paso para no poder volver cuando decidas que en realidad no tienes valor para enfrentarte al mundo. Que no puedas volver, aunque desesperes y creas que no vas a soportarlo… Barra el paso a tu vida anterior.
No les des tu nueva dirección a tus fantasmas de siempre.
No camines en línea recta para que los cobardes te sigan y te lleven de la mano de vuelta a tu antigua vida sin brillo.
Rodéate de frikis como tú, de personas que han hecho estallar el puente de retorno a sus vidas mediocres y transitan por la cuerda floja. Rodéate de personas que viven sus sueños e ignoran que sean imposibles o tal vez lo sepan pero les dé igual.
Rompe los mapas y dibuja los tuyos propios. Tira todos tus relojes porque ya no marcan tu tiempo, lo marcas tú. No sigas más brújula que tu visión… No metas en tu cabeza más sueños que tus sueños o los de aquellos que amas. No camines más caminos que los que te mueres por pisar… No sigas a ningún guía que no te lleve a tu guía interior.
Apaga la luz si la luz te lleva a un lugar donde hay sombra.
Sé tan raro como necesites para ser tú mismo. Sé tan auténtico que no te reconozcas, pero notes que nunca habías sido tan tú como ahora.
Haz lo que sea para que una vez des el paso no puedas echarte atrás.
Te juegas mucho en esto, tu esencia, tu dignidad, tu felicidad.
Al fin y al cabo, entre nuestras rarezas está nuestra riqueza como seres humanos. Y el mundo no tiene por qué aceptarlas, ni entenderlas. Sólo tienes que sentirte bien tú con ellas y respetar las rarezas ajenas.
Y que este sea tu último día en una vida que no te llena, que no te sirve, que no se ajusta a tus sueños ni hace que te levantes con ganas de más… La vida sin ganas es un sucedáneo insoportable que te devora por dentro.
Que éste sea el último día de tu vida mediocre e insulsa.  Tú ultimo día en una vida que no te pertenece…