A veces, nos suceden cosas que no podemos controlar, pero si que podemos incidir en nuestros pensamientos y nuestra actitud ante ellas… Podemos decidir que no las merecemos y luchar para cambiarlas cuando sea posible, actuar como lo que somos, alguien que merece lo mejor, que sueña con superarse…
Si aceptamos lo que no merecemos, sin ni siquiera rechistar, acabamos mereciéndolo, nos volvemos pequeños y tristes, cuando en realidad, nuestro potencial es infinito.
Soñemos a lo grande, sin límites, vivamos nuestros sueños hasta que nuestros sueños nos transformen. Semos nuestra mejor versión…