Me gustan las personas que saben ver el brillo en los demás y no les asusta.  Me gustan los que suman y saben crear un ambiente en el que todos pueden aportar y crecer. Me gustan las personas que huyen de la mediocridad y buscan la excelencia.
Siempre he pensado que debemos rodearnos de personas más inteligentes que nosotros, para crecer, para aprender, para  subir el listón.
A veces nos da miedo brillar, destacar, mostrar nuestras diferencias. Otras veces a los que nos rodean también les da miedo, porque sólo los más inteligentes saber ver el brillo en los demás y no sólo lo aceptan sino que deciden compartirlo e incentivarlo.