chica-nieve
Gracias por cada vez que me han dicho que no.
Las tengo todas guardadas en los cajones de mi alma y las miro de vez en cuando para recordar que supe remontar.
Gracias por las noches dando vueltas, porque me han obligado a descubrir porqués.
Gracias por los caminos oscuros y acerbos, porque curtieron mis pies y esponjaron mi alma.
Por cada vez que creí que no podía y supe ver que me equivocaba.
Por los errores maravillosos y los enojos sin sentido que me ayudaron a ver qué tipo de persona no quería ser.
Gracias por los amigos sinceros que no juzgan.
Gracias por los que planearon derrotarme y me hicieron invencible…
Gracias por los sueños…Están todos en el mapa de mi vida.
Gracias por la sombra, porque me impulsó a buscar la luz.
Gracias por todos y cada uno de mis miedos, han sido mis autopistas, mis catapultas… Mis caminos retorcidos hacia una versión de mí más libre, menos cansada.
Gracias por todas las risas.
Gracias por intuir y acertar.
Por todas las oportunidades, sobre todo las ocultas tras un semblante rudo o una capa de dificultad.
Por los saltos sin red que acabaron en fondo mullido.
Gracias por las decepciones, se han convertido en grandes amigas, en confidentes, en palancas…
Gracias por las cajas de tesoros. Gracias por la imaginación que permitió verlos e inventarlos.
Gracias por las lágrimas que sacaron de mí de todas las palabras que llevaba almacenadas.
Gracias por los cuentos y las moralejas.
Por mi amor la lluvia y mi gran necesidad de mar.
Por todas las personas que no me han entendido y han hecho que tuviera que aprender a explicarme mejor…
Gracias por ese viento fresco que viene y se lleva las miradas amargas.
Gracias por el otoño y su inmensidad ocre y roja.
Por el frío insoportable  y el abrigo dulce.
Por la pasión sin cauce y por todos los besos, los recibidos, los dados, los soñados.
Gracias por mis torpezas, porque son las semillas de mis aciertos, las madrugadas de mis amaneceres más hermosos…
Gracias por las caídas y los arañazos, cuando los recuerdo y revivo ya no siento el dolor sino la vida…
Gracias por las cuerdas flojas que he tenido que atravesar y todos los momentos incómodos que me han dejado desnuda…
Por la fuerza que me permite mostrar al mundo que soy vulnerable y que, muchos días, me siento diminuta.
Gracias por sentir.
Por desear.
Gracias por dudar y por vacilar.
Gracias por no saber fingir.
Gracias por no llegar y tener que volver a empezar.
Gracias por ser.
Por existir.
Por buscar sin parar.
Por apreciar lo pequeño.
Por aspirar a lo grande.
Por darme cuenta de que a veces lo grande es lo más pequeño.
Gracias por mis ganas de bailar.
Por el aire en mi cara y la arena en mis pies.
Gracias por amar… ¡El más grande de los regalos!
Por medrar.
Gracias por el camino de cada día.
Por haber aprendido a mirarme con los ojos de la conciencia.
Gracias por tanta belleza en todas partes y por ser capaz de verla sin tener que forzar.
Por aprender a perdonar.
Gracias por mi amor a las palabras ¡menudo lujo!
Gracias por darme cuenta de que debo dar gracias y alegrarme de hacerlo.