Cuando nos ofenden, nos manipulan. Quien ofende desea desmotivarnos y modificar nuestro estado de ánimo para que se parezca al suyo, para que no brillemos y nuestro talento se apague. No lo podemos permitir, no podemos dejarnos llevar por la ira y descontrolarnos, no podemos ponernos en sus manos y convertirnos en sus títeres. Podemos aprender a estar por encima de esas circunstancias y mantener una actitud firme. No te ofendas…