Cuando te quieras, no importará la noche o el día. No importará la lluvia.
Te dará igual si miran, si hablan o bostezan, porque sólo sentirás la risa que invade tus esquinas… Sólo notarás que creces, que te expandes y te haces gigante… Que pierdes apego a la gravedad y llegas tan lejos que das la vuelta a tu mundo…
Porque el mundo será enorme, pero te cabrá en el bolsillo.
Si hablas contigo, usa palabras hermosas… Que sepas que te buscas, que te tienes en cuenta, que te importas…
Y sentirás que bailas, aunque no bailes.
Y sentirás que vuelas, aunque sólo camines.
Y sentirás que te acompañas.
El tiempo se comerá los rostros de los duendes amargos y pintará las barcas viejas que esperan en la arena para que puedan volver a navegar.
Y sabrás que lo necesitas para seguir lo llevas dentro, que no hay camino por largo que sea que te canse ni temor que te frene…Ni mar que te lleve a más deriva que la deriva que sueñas.
Porque si te amas, estallas de vida, porque si te amas, en las paredes sin luz aparecen ventanas…
Si hablas contigo, cuéntate cuentos y cántate nanas.
Y no importará si suena la música o si el mundo calla.
Si los relámpagos dibujan tus cicatrices en el cielo o si lo hacen las sábanas vacías que buscan acariciar tu cuerpo dulce y templado.
No importará si la noche está vacía o si brilla la luna, una tan enorme como esta luna… Una tan brillante como la que llevas dentro.
Si hablas contigo, recuerda todas tus batallas, las ganadas y las perdidas, todas cuentan excepto las aplazadas…Deja salir el viento acumulado que llevas dentro y las lágrimas que te quedaron prendidas mientras luchabas.
Cuando te quieras, romperás los cerrojos que esconden tus más grandes fortalezas… Borrarás tus recuerdos amargos y sólo quedará  la lluvia suave que cubrirá tu calle de vida y tu cabello de terciopelo mojado.
Cuando te quieras, sabrás tantas cosas que ahora desconoces que necesitarás contarlas…
Y ya no cabrá tu alma gigante en ese cuerpo de niña salvaje, ni podrás almacenar tu risa chillona en tu pequeña garganta.
Saldrás al mundo a contar historias y a abrazar con tus palabras.
Si hablas contigo esta noche, ten paciencia. Llevas mucho viento en el pecho y mucho dolor en la espalda…
Son las alas, que cuando se despegan por primera vez antes de volar, arañan.
Si hablas contigo esta noche, imagina que te amas… Y verás como todo cambia.
chica-luna