Ahora ya poco importa, pero debemos saber que la crisis se inventó en un despacho lujoso, con buenas vistas. La crearon tres mentes brillantes y poderosas cuyos nombres no sabemos ni sabremos nunca. No salen en los periódicos, no tienen cuenta en twitter ni forman parte de ningún gobierno. Fueron tres hombres con corbata y móvil caro.El que llevaba la voz cantante dijo : “Tenemos que controlar el mundo, se nos escapa de las manos, es demasiado libre. Tenemos que crear miedo.” 

El primero de los hombres poderosos propuso crear un virus letal. El de la voz cantante le miró con un destello de asco en el gesto y dijo que aquello ya lo habían intentado antes y no funcionaba porque siempre encontraban la manera de sobrevivir, “son como ratas, recuerda”.El segundo propuso impulsar una nueva religión a través de las redes sociales y captar adeptos que propaguen el mensaje de pánico hasta generalizarlo. No servirá” dijo el más poderoso, “el hombre se ha convertido en un dios y ya no le teme. Lo que hay que hacer es generar una crisis económica.” Los dos primeros hombres poderosos se asustaron, una muestra inequívoca de que la propuesta era buena. Uno de los dos le advirtió de que una crisis económica es incontrolable y que nunca podrían llegar a saber de sus consecuencias hasta que todo hubiera terminado.

Después de horas, la propuesta de la crisis se dio por acertada. Se aflojaron las corbatas y empezaron a tomar medidas. Al final de la reunión, cuando el hombre de la voz cantante apagaba la luz al salir, “vamos a entrar en recesión pronto, hay que ser precavidos” comentó mientras sonreía con sarcasmo, el primero le preguntó :¿No crees que sobresestimas el miedo? 

Amigo, le contestó el hombre más poderoso, cuando alguien tiene miedo se aferra a lo básico para sobrevivir y acepta que le des sólo migajas para salvar a los suyos. Un hombre asustado es un hombre sin sueños, sin destino, sin más motivación que su supervivencia, sin ilusión. El miedo lo mata todo, aniquila las ideas. No permite crear ni moverse. Paraliza la vida. Créeme, amigo, sin embago, una rata inmunda con sueños es capaz de todo, de crear un imperio, de cambiar el mundo. No subestimes a una rata motivada, nunca. Una rata que se levanta cada día a las seis de la mañana con una idea fija en la cabeza … Una rata capaz de todo por su sueño, que desea con todas sus fuerzas encontrar la manera de conseguirlo, de tocarlo. Es un rata letal. Nos devoraría con su talento. Nada es tan creativo como la ilusión. Sé de lo que hablo. Lo sé porque yo un día hace mucho fui rata. “