La Sra Christine Lagarde, directora-gerente del FMI, decía hace unos días que ahora la gente “vive más de lo esperado” y que eso pone en peligro el sistema de pensiones. La solución : habrá que recortarlas. A tajo, con el corta-césped que usan ahora los gobiernos para dejarnos esquilados y sin ganas.
Hemos llegado a ese punto en que nos planteamos en quienes vale la pena o no invertir, qué ciudadanos merecen seguir viviendo y cuáles se merecen o no entrar en una lista de espera. ¿Estamos cruzando esa linea? Porque eso no tiene nada que ver con el racionalizar el gasto público, suprimir organismos duplicados e inútiles o poner freno al déficit. Eso es anti-democrático, ilegítimo y de una falta de ética monumental. Qué lo diga la Sra Lagarde, a riesgo de no saber cuánto va a vivir ella, pero teniendo claro que la mantendremos entre todos y que se retirá con un sueldazo que provoca arcadas… eso es pasar una linea. La de la decencia.
Llevamos años pagando entre todos para formar a profesionales que han trabajado e investigado para garantizarnos una mejora de la calidad de vida. Hemos conseguido a una sanidad pública que era ejemplar y una población longeva. Y ahora ¿os molestan? ¿Por qué se os acaba en dinero guardado que no habíais derrochado construyendo aeropuertos inútiles o pagando dietas abusivas? ¿porqué si pagáis sus pensiones os quedáis sin las vuestras que las multiplican por 5?
No les regaláis nada a nuestros abuelos, nada. De entrada, muchos se ocupan de nuestros hijos para ayudarnos a soportar el entramado de una sociedad que no concilia gracias a vosotros. Han pagado toda la vida sus impuestos y han trabajado para ahora, retirarse con una dignidad, que ya es mínima considerando lo que les queda.
La Sra Lagarde dice que los abuelos “viven más de lo esperado” y eso hunde el sistema de pensiones.
No Sra Lagarde, lo que hunde el sistema es la ineptitud, la mala gestión, el despilfarro en dietas, el dinero público destinado a la banca para que siga sableándonos la cuenta. Lo hunden los múltiples organismos creados para hacer de contra-poder, las prebendas y corruptelas políticas, las comidas a cargo del contribuyente, los coches oficiales, los aeropuertos vacíos, las obras destinadas a enriquecer a amiguetes con adjudicación a dedo… el subsidiar sin mirar a quién… ¿sigo?.. seguro que no hace falta.
Los jubilados viven más de lo esperado… si cree que sobra gente, no se me ofenda, usted misma puede ir despejando camino.
A mí no me sobra nadie.
A mí tampoco me sobra nadie. Los avances médicos han permitido una mayor esperanza de vida y no sólo una vida más larga, también una vida con calidad.
Nuestro problema no es que ahora se viva más, el problema es el sistema que tenemos con duplicidad de organismos y funciones, con subvenciones a fondo perdido y a dedo, enchufismos varios, gastos inútiles, comilonas a cargo del contribuyente, viajes en primera clase, cargos inútiles…y tantas cosas. ¿De verdad son necesarias tantas televisiones públicas? ¿Tantos cargos? ¿Tantos coches oficiales? ¿Tantas delegaciones de comunidades autónomas por el mundo entero? etc. etc. etc.
Son tiempos duros, es verdad, pero no han de serlo sólo para unos pocos. Las amas de casa hacemos cuentas, suprimimos los gastos superfluos, en la tienda miramos los precios, no gastamos más de lo que tenemos y actuamos de forma práctica, y si no lo hacemos así las cosas no funcionan.
Los políticos tendrían que apretarse el cinturón y dar ejemplo, porque a la gente de a pie nos van asfixiando cada día más: