Alguien acaba de pedirme que sea feliz. Y para serlo me aconseja no pensar demasiado, cerrar un poco los ojos, hacerme la tonta… soltarme sin condiciones y dejar la mente quieta. Me aconseja que olvide por un rato lo que me inquieta porque tal vez no todo tenga que ser siempre trascendente, que no todo contenga un significado que vaya a cambiarme la existencia… Sé lo que me pide. Me pide que me mantenga pegada al suelo y note la vida, que si como pan note el pan, que pise el camino, que acumule risa y que me beba el viento cuando sople en mi cara. Quiere que me olvide de lo que me falta y de lo que dejé atrás. Que hoy haga pocos balances y olvide los números rojos. Que me circunscriba a este pedazo de vida que hoy me toca y que mañana se habrá escurrido… que no exista más que esta hora, esta frase, esta palabra… que me note la respiración … que me agarre a cada sensación como si fuera la última, que no me pregunte si está bien o mal… que exista. Que me ate a este pedazo de realidad.
Esta petición me agita aún más. La hiperactividad mental… me subleva… siempre hay demasiadas preguntas pendientes, demasiadas necesidades por satisfacer… demasiado control para buscar una perfección que nos acaba alejando del día a día… Demasiado rato en la nube buscando migajas de eternidad y olvidando lo efímero, lo que se puede tocar y se escapa entre las manos… perdiendo lo humano mientras intentamos arañar un ideal casi divino. Y se nos pasan las miradas, los gestos de los que nos rodean, se nos pasa el invierno y el verano, la noche y el día… se nos pasa y no vuelve.
¿Cómo se puede encontrar el equilibrio y … sin perderse esta función no dejar de pensar en cómo será la siguiente? ¿cómo detenerse a disfrutar del paisaje sin dejar de preguntarme a dónde me lleva la senda que escogí?
Miles de pensamientos me vienen a la cabeza, con tantas ideas… no voy a poder ser feliz… demasiadas ramificaciones en la mente, enciclopedias de emociones… millones de recuerdos por archivar… la noria de mi cabeza no se detiene… da vueltas y sé que las dará siempre… está programada para no cesar nunca, hasta el final.
Y entonces me doy cuenta. La felicidad es este momento… una mirada, una risa tonta, un temblor extraño, una palabra… un sabor, un pellizco… pero también es saber que vas en el camino correcto y persigues tu sueño. Saber que te haces las preguntas y que buscas las respuestas, que lo has imaginado todo, que lo has intentado todo… que solo te has detenido para gozar y no para esconderte y abandonar… que puedes más, que anhelas más… que hay más de lo que ves y más de lo que imaginas. Que la felicidad está en el suelo y en el cielo. Ser feliz es un dar las gracias y un seguir buscando nuevos retos. Consiste en agarrarse a lo que te rodea con una mano y acariciar con la otra un sueño… vivir intensamente y al mismo tiempo imaginar… saber, al final, que no te has dejado un pedazo de vida por apurar y que hasta el último instante has intentado ser la mejor versión de ti mismo…
ojos que no ven. pellizco que los abre. Que sea dulce la pulsión y permita soñar despierto.
Gracias, sueña tú también 😉
Impresionante autopsicoanálisis con dictamen rigurosamente ajustado a la realidad. Es exactamente tal como lo desarrollas de forma tan inteligente como inteligible y atractiva, aunque discretamente apenas apuntas las grandes dificultades que presenta para vivir y convivir, un CI superior a la media, incluso en sus entornos más cercanos y afectivos. Ese alguien que te hizo tal sugerencia seguramente entiende que puntualmente el inteligente puede y debe hacerse el tonto, contemporizando y participando en determinados eventos sociales o familiares, percibiendo bienestar y disfrute relativo, de la felicida colectiva o ajena, distendiendo o descargando su propia tensión, aunque a veces el precio sea renunciar a una porción del sentido del ridículo.
Enhorabuena por este magnífico articulo, sumando a su calidad literaria un valor casi didáctico.
Sin duda, «ese alguien» sabe por dónde navego y por qué gira tanto la noria que hay dentro de mi cabeza…
Muchas gracias. Un abrazo
Mercè
Clara, Meridiana, transparent, si això és posible, t’has superat. La més profunda admiració! Gràcies!
«¿Cómo se puede encontrar el equilibrio y … sin perderse esta función no dejar de pensar en cómo será la siguiente? ¿cómo detenerse a disfrutar del paisaje sin dejar de preguntarme a dónde me lleva la senda que escogí?» Con la MEDITACIÓN (Yo recomiendo el método Zen, aunque hay otros) se puede relajar la mente ,a medida que se progresa en el método cada vez más y mejor, consiguiendo que la distensión producida se prolongue unas horas, en una mente anteriormente demasiado tensa y cansada, para observar, después del paisaje, la senda e incluso la forma de caminarla que habías o has escogido, desde el punto de vista mucho más objetivo de una mente calma y serena.
Salut i bones festes!
Gràcies mestre 😉
Ai Jordi, ets sempre un sol!!! gràcies 😉
Grande como siempre Mercè!!
Felices fiestas para ti, los que te rodean y quieren y para tod@s tus lectores.
Besos
Gracias Sr Quijote, un abrazo y empiece usted el año dando la caña necesaria… que es mucha!!!
Un beso 😉
Me he sentido muy identificada con lo que dices. Sobre todo cuando haces referencia a la hiperactividad mental, a estar todo el tiempo haciéndote multitud de preguntas, a darle vueltas a recuerdos como en una noria, a pensar demasiado y a que me aconsejen siempre dejar de hacerlo y hacerme la tonta. No es tan mal consejo pero difícil de llevar a cabo;)
Por lo que suscribo tu recomendación de encontrar el equilibrio entre agarrarse y disfrutar de la realidad con una mano y dejar la otra libre siempre para acariciar un nuevo sueño.
Prefiero ser feliz (a ratos) haciéndome preguntas que disfrutar de una felicidad inconsciente.
Gracias Merce. Me encanta cómo escribes y cómo eres.
Gracias! Es difícil eso de parar la noria, en ocasiones para… respiro hondo, me siento en plenitud… y al cabo de pocos minutos vuelve a girar frenética buscando un nuevo reto… eso también es felicidad… No pares tú tampoco!!! Besos 😉
Gracies per les teves paraules. Precisament crec que es en la plenitud de cada instant, on un ES, on troba la claredat, l’energia i la connexio amb els altres. Crec que es des d’aqui i ara on un pot fer realitat els seus somnis, sentir-se satisfet i compartir-los gaudint-los de veritat amb els altres : ) Que tinguis un bon dia!
Jordi M
Gràcies? de no res, sóc jo la que necessitava compartir els neguits… gràcies a tu i a tots els que m’ heu llegit i escoltat. Una abraçada 😉
A veces el destino te hace parar en una web la cual no conocía, y que decir… que si de palabras se trata, sin palabras me he quedado.
No solo me ha gustado este post, me han gustado tantos cuántos he leído, y no solo la escritura, sino, cuánto díficil es plasmar en unas simples palabras tanto sentimiento puro.
Gracias, gracias por compartir con el universo tus palabras, tus escritos, tus sentimientos, una realidad tan viva que tan solo algunos pueden llegar a valorar, y gracias, por reflejar lo que muchos pensamos, añoramos y que tanto nos cuesta plasmar.
Muchas gracias Belén, me alegro de que te guste. Lo he escrito desde las entrañas… Un abrazo 😉
«enciclopedias de emociones» qué, en su caso, no reposan en estantes cogiendo polvo. Y que, se le agradece, post tras post se dejan sentir por esta bitácora.
Un abrazo.
M’IDENTIFICO TAN, AMB TOT EL QUE DIUS MERCÈ, QUE NO TINC PARAULES, PER EXPRESSAR-ME COM TU FAS, TAN BÉ …
GRÀCIES PER COMPARTIR-HO AMB TOTS NOSALTRES !!! » BON ANY «
Gracias por tu maravilloso escrito, Mercé. Te entiendo muy bien, y siento que alguien haya hecho padecer a una buena persona como tú. Sigue disfrutando de lo que tienes cada día, pero no dejes tampoco de soñar. La ilusión, los sueños, son imprescindibles para seguir adelante. Sólo los cobardes se dejan atrapar por los miedos e impiden a su alma volar alto. PUEDES volar donde quieras, que nadie te lo impida nunca
Un abrazo, preciosa,
Izas (era_otra2)
Yo también creo que soñar es imprescindible, tocando el suelo, pero sin abandonar los retos y las ilusiones… aunque los sueños sean inalcanzables o muy complicados… Si todo el mundo solo pisaran donde sabe que está del todo seguro y sin riesgo… viviríamos en cavernas…
Sólo se me ocurre una cosa para decirte, y quizás o no he entendido tu post como l@s otr@s,o he entendido sólo la pantalla que en ese momento anteponias a tu entorno… LOS MOMENTOS HAY QUE VIVIRLOS; SI PENSAMOS EN LO QUE NOS ESTA SUCEDiENDO SE PIERDE LA EMOCIÓN DE DISFRUTARLOS
Disfrutemos….