Revisa lo que crees. Revisa hasta dónde crees que llegas. Imagina que cuando piensas que se acaban tus reservas, puedes aún un poco más. Imagina que no te cansas, que el miedo a lo que aún no conoces no te pone la mano en la espalda para hacerte frenar. Cambia de zapatos si no te llevan a donde quieres… Cambia de bar de copas si no te gustan las compañías… Cambia de parque, cambia de banco, cambia de abrigo si te queda pequeño… Cambia de lugar donde aparcas el coche si te deja aislado. Cambia de música si la música que escuchas no te transporta… Cambia de baile si no te dejas llevar…
Revisa lo que crees que eres. Revisa lo que sueñas si cuando lo repasas con el pensamiento no te llena de emoción ni te ilusiona. Revisa si lo que sueñas es tuyo o lo has tomado prestado para quedar bien. Si has copiado sueños de otros porque crees que son mejores que los tuyos o porque te insisten en llevar una vida que te viene grande o te queda pequeña y te aprieta. Cambia de consejeros y busca personas nuevas a las que conocer. Cambia de sueños si no son tuyos, si no te dan vértigo o no te zarandean la vida sólo con ponerte a imaginarlos…
Revisa el tiempo que dedicas a lo que amas. Revisa qué te importa y qué te mueve. Revisa si la rutina te engulle y el trabajo te traga. Revisa lo que amas, busca lo que amas… Ama más allá de tus posibilidades. Ama sin pedir, ama sin preguntar… Cambia de reloj si te falta tiempo. Cambia de trabajo si el trabajo no te cambia. Cambia si cambiar te mejora y te hace sentir nuevo cada día.
Revisa lo que miras. Revisa en lo que te fijas y dónde se posan tus pupilas. Revisa por si pones el foco en un lado y te dejas el otro. Por si olvidas prestar atención a lo mucho que tienes y has conseguido, por si la belleza que te rodea te pasa desapercibida. Revisa si vives pendiente del retrovisor con media alma en el pasado y la otra media angustiada por el futuro… Revisa si lates cuando miras, si estás cuando estás, si vives ahora o estás de oídas esperando el momento perfecto. Revisa si cuando inspiras hueles y si cuando comes notas el sabor… Revisa si pones el pie antes de pasar la linea roja y si nunca te atreves a pisarla y arriesgar. Revisa si lloras con preaviso, si adelantas lágrimas y tragedias… Cambia de escenario. Borra las líneas imaginarias que nunca pensaste cruzar. Detén tus ojos en las hojas ocres y cansadas, en las miradas brillantes, en las gotas de lluvia de los cristales y en las farolas encendidas. Nota que tienes frío, que tienes sueño, que tienes hambre… Cambia el libro que lees si no encuentras verdad en sus páginas.
Revisa si pacificas o generas conflicto. Si cuando estás, mejoras las cosas o conviertes en turbia el agua clara. Revisa si traes la sonrisa, si das sin esperar recibir y si a veces recibes sin dar. Revisa si las personas que te rodean son de las que dan sin recibir, si te hacen sonreír o te hacen llorar… Revisa los refranes que no te identifican y las personas que no te hacen sentir que vales la pena. Cambia de amigos si tus amigos no son amigos y no ayudan a crecer.
Revisa el camino que recorres cada día. Revisa si es más corto, revisa si tiene mejor vista, si es más fácil. Cambia tu camino si mientras lo haces te vienen a la cabeza siempre las mismas ideas y quieres ideas nuevas.
Cambia el camino y explora caras nuevas, nuevos estímulos, nuevos árboles… Baldosas nuevas, tiendas nuevas, pensamientos nuevos.
Revisa tu vocabulario. Revisa tus palabras. Revisa tus gestos. Revisa lo que dicen tus ojos y tus manos… Cambia de palabras si las palabras que usas arañan. Cambia tus palabras si no te definen, si te duelen o te castigan. Cambia tu tono si humilla, cambia tus muecas si hacen daño. Cambia tu forma de comunicarte si no comunica, si no da una versión de ti que valga la pena… Cambiarás tú si cambias tus palabras…
Revisa tus aptitudes. Revisa tus talentos. Observa si todo lo bueno que tienes se nota. Si brillas como mereces… Revisa tu actitud si con ella tu talento pasa desapercibido. Si te deja fuera del lugar donde quieres estar o te aleja de las personas que te importan. Cambia de actitud si te hunde, si te hace sentir pequeño y te victimiza. Cambia de actitud si no se corresponde con la actitud que te permite acercarte a lo que quieres o deseas. Cambia de actitud si no querrías estar con nadie que tuviera una actitud como la tuya…
Revisa qué te hace feliz. Revisa la salud de tus anhelos y de tus emociones… Revisa lo que esperas y aparta lo que te duela o haga daño a otras personas. Cambia lo que te hace feliz si aplasta la felicidad de otros. Cambia de felicidad si, en el fondo, es amargura.
Revisa tu vida. Cambia tu vida si, al revisarla, no la reconoces. Si al meterte en los pliegues de tu día a día no te llena. Si no puedes mirarla sin girar la cara… Cambia tu vida si no te pertenece. Cambia tu vida si tu vida no te cambia.
Que importante lo que comentas, yo me encuentro ahora con el cambio profesional y con vértigo tremendo por salir de la famosa zona de confort a algo nuevo y que hay que crear, ilusión mucha, miedo también pero importante el buscar el cambio, aún sabiendo que como me dijo mi madre, «Toda rosa tiene espinas».
Me ha gustado el post.
Saludos
Jesús Mari
Cierto lo que decía tu madre, Jesús Mari. Incluso la zona de confort tiene espinas… Te deseo lo mejor! Tú puedes! Un beso 🙂
me encantan tus escritos me hacen bien…. GRACIAS
Me alegro mucho! Un beso 🙂
Resetéate, en una palabra. No sé si son muchos deberes o muchas obligaciones. La cuestón es conocerse bien para saber qué puntos hay que reformar, y eso es lo realmente difícil, no nos conocemos lo suficiente, o no nos queremos conocer.
Reblogueó esto en Cámbiatey comentado:
¿Se puede decir más claro?
Fabuloso texto!!! Justo hoy necesitaba leer algo así, gracias Merce por tan bello artículo!!!
Muchas gracias a ti! Un abrazo 🙂
Muy cierto… Andamos a menudo sin «revisar», sin prestar demasiada atención, nos movemos como autómatas y no obtenemos el resultado que esperamos. La zona de confort es engañosa… ¡cómo cuesta moverse! y no hay modo de gozar del paisaje si no salimos al aire libre ¿verdad? Asomar la cabeza para beberse todo el aire…
Permiso, debo hacer algunas revisiones. ¡Abrazo, Merce!
Muchas gracia! Yo también ando haciendo revisiones… Un abrazo 🙂
Wauuu Merce
Vaya post épico que has sacado de esa rebelión de las palabras que sin duda cada vez conquista y conecta con más corazones…
Menuda invitación a pensar, reflexionar, observar, revisar…
Me ha gustado mucho, me lo llevo a Facebook para mi audiencia.
Un abrazo y enhorabuena!
Álvaro
Me alegro mucho de te parezca interesante! Muchas gracias 🙂
Gracias Merce
Puedo cambiar todo pero a ti no te cambio!
Un fuerte abrazo!
Ni se te ocurra! Gracias 🙂
Si las revisiones son necesarias para las cosas (los coches, por ejemplo), para los animales (hay programas obligatorios para controlar la sanidad animal), cómo no van a ser importantísimas las revisiones que afectan a personas. Debería ser de obligado cumplimiento no sólo revisiones relacionadas con la salud física para prevenir enfermedades, sino con la salud psíquica o mental, lo que evitaría cantidad de adversidades o problemas que antes o después se manifiestan tanto a nivel de salud física como de comportamiento o actitud ante lo más importante que tenemos que es nuestra vida, la que sólo se vive una vez, y que, de vivirla de una forma o de otra va a repercutir positiva o negativamente en la calidad y cantidad de la misma. Un placer leerte.
Muchas gracias, hagamos revisión!! Un abrazo 🙂
Gracias, tus palabras hacen mucho bien
Me alegro si lo hacen! Gracias a ti por valorarlas!! Un saludo 🙂
Tienes razón, hay que revisar cambiar y arriesgar. Y no quejarse si siempre hacemos lo mismo, en la mayoría de veces por comodidad y aparente seguridad. Saludos.
Muchas gracias!!
Arriguemos lo que podamos y dejemos de quejarnos… Gracias!
Wow! Me dejas sin respiración. Tengo que volverlo a leer. Una y otra vez. Yo también siento que me hace bien leerte.
Aquí estoy yo, en permanente revisión… y un tanto agotada. Todo hay que decirlo.
Me alegro de que te sientas bien al leerme, es lo mejor que me pueden decir! Muchas gracias 🙂
Ser honestos con nosotros mismos y no para el confort de los demás, cada día día de aprender .Gracias
Gracias a ti 🙂
Siempre es importante resetear, cambiar, intentar sacar reservas de nuestro adentro.
Creo que para mí es el momento de cambiar muchas cosas en mi persona y en mi entorno, después de cuatro años de estar ausente por motivos personales de muchas cosas, y poca vida social, es el momento de empezar a plantearme continuar esta nueva etapa con los consejos que tú, Merce Roura sabes dar siempre y en todo momento.
Un gran saludo… Año nuevo, vida nueva. Gracias
Los cambios son complicados pero siempre útiles. Si sentimos que debemos cambiar, no hay duda, aunque dé miedo… Te deseo lo mejor! gracias, Tomás 🙂
Merce, aunque veo que éste post ya tiene algunos meses de publicado, el día de hoy que lo he leído, abril 18 de 2017,me ha cimbrado muchísimo. Será una referencia en mi vida, y empezaré a trabajar en cada uno de los puntos que tratas. Te felicito por la manera en que transmites conceptos que de otra forma, no tendrían el mismo impacto. Te envío un saludo desde México, y estaré atento a tus publicaciones
Me alegro mucho, Sergio! no sabes lo feliz que me hace ser útil!! Sigue adelante y trabaja en ti, es siempre duro pero compensa mucho!! gracias por tus palabras! un abrazo 🙂